'Samurai Champloo'

26 capítulos
Notable 8

Fuu, una muchacha de 15 años se encuentra trabajando en un casa de té. De repente, entran en ella los matones (guardaespaldas) del hijo del Daikan del pueblo. Comienzan a acosar a la muchacha y en ese momento entra Mugen, el samurai vagabundo y se cepilla a todos. Entre medias también entra Jin, el samurai errante quien también entra en la pelea que ocurre entonces a tres bandas. Al final, se quema la tetería y Jin y Mugen son apresados para ejecutarlos al día siguiente. Fuu aprovecha las circunstancias para pactar con ambos el rescate si a cambio le ayudan a encontrar el samurai que huele como los girasoles (hasta los últimos capítulos no sabemos el por qué de esa búsqueda).

Mugen lleva un atuendo en plan surfero californiano y tiene extrañas técnicas de lucha debido a su pasado como pirata, va buscando bronca siempre y es algo salidillo. En cambio, Jin viste como un samurai tradicional pero también tiene un pasado turbio por haber asesinado presuntamente al profesor de su dojo de manera que sus antiguos compañeros lo acosan en el camino. Fuu se encuentra en medio de ambos, aunque el amor parece no ser uno de los temas principales (está por encima la tragicomedia) siempre permanece latente en su corazón la posibilidad de enamorarse de alguno de sus dos acompañantes. Tiene la capacidad de comer como una cerda.

Respecto a mi crítica debo reconocer que toda la estética urbana y hiphopera (soy gran amante) que rodea a la serie es cojonuda, merece un sobresaliente: grafiteros, cortes de pelo al estilo Bronx, mezcla de atuendos casual-samurai, tatuajes, drogas, sexo sutil, la banda sonora de puta madre, ... La animación también es bastante buena y los combates están muy logrados. Lo que sí me ha hecho bajar la puntuación final es el desarrollo de la historia, cada capítulo no está enlazado directamente con el siguiente, es una nueva historia dentro del viaje en la búsqueda del susodicho samurai que huele como los girasoles. Quiero decir con esto es que para mi gusto hay capítulos que literalmente sobran, 18 capítulos hubiera sido ideal.

Otra cosa que me llamó la atención fue la multitud de tiritos hacia la cultura occidental: por un lado, el director deja caer la influencia de Oriente en nuestro arte e historia (aparece un tipo pelirrojo que podría ser Van Gogh) y, por otro, la decadencia de la cultura tradicional japonesa por culpa de la introducción de factores culturales occidentales. En fin, una historia semi-épica con muchos 'remixes' culturales, gags humorísticos pero también situaciones muy trágicas y un final que sorprenderá a más de uno que no tiene nada que ver con las situaciones cómicas de la serie.

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