'Ah! My Goddess'

Notable 8
26 capítulos

La mujer que no existe: la mujer más tierna, la más bella, la más sumisa en el buen sentido de la palabra, la que sólo vive para ti, para hacerte feliz en todos los sentidos. Si crees que no existe, pues no andas muy lejos pero por lo menos puedes ver reflejada su belleza y su actitud en un dibujito. Como siempre digo a los detractores del dibujo japonés: el anime refleja, más allá de las grandes ideas de los autores, aquellas historias con las que siempre hemos soñado y habernos visto involucrados tanto en nuestra adolescencia como en nuestra vida diaria. No es que este anime refleje una carencia de mi vida: estoy casado con una mujer bellísima y soy infinitamente feliz (ésto es por si lo lee…jejeje).

Partimos de nuevo de la base típica del anime harem: chaval de instituto humilde, bajito, inútil con las chicas… pero que no necesariamente es un esperpento físico que tiene una gran cualidad (he ahí el mensaje): Keichii es una buena persona. Tras un día duro en el que la chica del instituto que le gusta lo deja en ridículo, sus compañeros de la residencia ‘sólo para hombres’ (no de maricas) lo ponen a currar como un esclavo, se olvida un VHS que tiene que devolver en el videoclub al que casi no llega a tiempo por ayudar a una niña llorona a encontrar su monedero, llega a su casa por la tarde hecho polvo y espera la llamada de un compañero.

Tras pasarse la hora es él quien decide llamarlo y, por un 'error intencionado' desde el más allá, se equivoca y marca el número de la Línea de ayuda técnica de las diosas. Aparece entonces una hermosa mujer-diosa llamada Belldandy que atraviesa la pared y se mete en su cuarto. El nota se queda flipado/acojonado con la alucinación y le pregunta que quién es y qué cojones hace en su dormitorio. Ella le dice que los astros se han alineado de manera que Yggdrassil (el superordenador de las diosas) ha interpretado que se le debe conceder un único deseo a Keichii. Puede pedir cualquier deseo: ser rico, ser el amo del mundo, ser un dandy con las chicas… El sigue creyendo que es coña pero cuando observa que Belldandy lee su pensamiento piensa que la cosa va en serio.

Aquí es donde está la clave de la serie: el tipo se pone a dar pena para que Belldandy le regale el oído. Se autoflagela diciendo que es un mierda y que por eso no tiene éxito con las chicas. Ella, se compadece (craso error en la VIDA REAL) y le dice que tiene un complejo de inferioridad muy grande y que posee algo de lo que carecen muchas personas: es un buen tipo, es buena hente (gente) y que ayuda a los demás altruistamente.

El nota se queda pasmado y se da cuenta de que lo que desea es a ella misma, una mujer que vea sus verdaderas cualidades: “Quiero que una diosa como tú esté siempre a mi lado... es lo que deséo”. Éste es un momento muy tienno pues ella le concede el deseo y ¡ahora es cuando comienza toda la movida de la serie!

Entrando en factores técnicos: gráficamente es notable, respecto al audio me gustó muchísimo la musiquilla de la intro al estilo folk-irlandés y, respecto al guión y a la historia, tiene unos puntazos pa partirse el pecho de risa, especialmente por los intentos del chaval de besar a Belldandy porque es una relación extrañísima: ella hace lo que él le pide pero no quiere forzarla a que tengan una relación por obligación, por el deseo que pidió. La recomiendo para aquellos que quieren ver una serie muy simpática sin partirse los sesos y echar un muy buen ratillo.

Existe una segunda temporada (Ah! My goddess everyone has wings) que no la he llegado a ver pero espero que el final no sea como el de School Rumble o DNA2.

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