'Gantz'

26 capítulos

Sobresaliente 9

Más que un anime es un videojuego, un videojuego de la lucha por la supervivencia.

Kurono es un pavo más mayorcete que los adolescentes que suelen aparecer en las series de instituto y que suele pasar de los compañeros de clase, de las personas mayores, de todo en general salvo de las revistillas guarras. Un día al salir del instituto esperando la llegada del metro un mendigo borracho y apestoso al que previamente hizo un desaire se cae a las vías del metro. Con los 130 kilos de peso y la tajá se quedó planchado en las vías.

Es increíble esta escena pues se observa como todo el mundo PASA literalmente del puto mendigo y te provoca un sentimiento entre la risa y la pena de que nadie lo ayuda: todo el mundo salva su culo esperando que otro se moje (como en mi trabajo): el segurata, un poli, un muchacho fuerte. Aparece entonces Kato, un amigo de la infancia de Kurono y se tira a la via para levantar al indigente, Kato que prevé el marrón intenta girarse pero ya es demasiado tarde para escaquearse: 'Kurono, ayúdame a sacar a este hombre, por favor'.

Lo que viene después lo cuento porque ocurre a los 5 minutos del primer capítulo: llega el metro, el mendigo gordo cabrón se salva, a Kurono le sale la cabeza volando (la gente en el metro le hace fotos y todo) y Kato se desintegra literalmente. Inmediatamente después los dos coleguillas aparecen en una habitación con 4 o 5 personas más y una curiosa bola de cristal de 1 metro de diámetro (Gantz). Todos se imaginan que están muertos pero ninguno lo quiere creer, la bola se abre y les da una información: tienen que matar al alienígena de la cebolla (jajaja... y se parte uno de lo absurdo, con lo bien que habíamos empezado la serie).

La bola se abre y les proporciona un traje negro que les da poderes si saben usarlos, una serie de armas y otros instrumentos como un detector de enemigos para cumplir la misión. Si no cumplen la misión o intentan escapar del escenario (un mundo paralelo a Tokyo donde hay gente pero éstos no los ven) les explota la cabeza y mueren definitivamente.

Cada vez que terminan una misión los supervivientes vuelven a la habitación, Gantz les informa de los puntos obtenidos, de los participantes eliminados y vuelven al mundo real por unos días hasta que Gantz vuelva a llamarlos a través de una persona normal infiltrada en el mundo real. Cuando son llamados se desvanecen del mundo real, pasan a la habitación misteriosa y se les adjudica una nueva misión. Nuevos participantes (nuevos muertos en ese periodo de tiempo) aparecen en la habitación cada vez que son requeridos por Gantz y los participantes que sobrevivieron a la anterior misión les explican más o menos cómo va el juego.

Por supuesto, no todo es tan sencillo, a la habitación llega gente de toda calaña: abuelos, niños, mujeres, mafiosos, criminales, deportistas, ... Algunos intentan colaborar con el grupo asimilando la situación y otros que o no creen que hayan muerto, o creen que es una broma, un sueño o simplemente intentan hacer daño a los demás: me remito al intento de violación a Kei, una de las protagonistas que llega al juego al mismo tiempo que Katou y Kurono por un intento de suicidio en la bañera y aparece en pelotas en la habitación delante de tres yakuzas y el resto de los muertos.

En mi opinión, a pesar de que me pareciera absurdo lo del alienígena de la cebolla, la serie adquiere un cariz muy interesante pues los personajes tienen unas personalidades muy marcadas y Gantz, que es muy cabrón, crea juegos para enfrentar psicológica y físicamente a participantes que ya estaban compenetrados, sencillamente enamorados o que sentían lástima por otros y los pone en la tesitura del asesinato por la supervivencia debiendo infringir sus propias leyes morales. Remarcar que éste es el aspecto de la serie que más me gustó: el puteo psicológico y moral.

Y para terminar, lo típico: hay escenas interesantes de folleteo sin censura y no la recomiendo para menores de 18 pues hay bastante violencia.

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